Publicado: 21/02/2010
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Fuente: La Voz Turismo
Nació como vivienda familiar y conoció épocas de esplendor y de decadencia / Supo de ideologías al ser Casa de Gobierno de la Provincia y lugar de aplicación de leyes al albergar al Poder Judicial / Hoy acoge a la Biblioteca Córdoba y a la Junta Provincial de Historia.
Corría el 1800 y las 70 manzanas fundacionales originales de la Córdoba colonial empezaban a extender sus brazos con el fin de ampliar la ciudad.
En esa tendencia, en 1824 la señora Teresa Orduña construyó su casa en la actual calle 27 de Abril 375, de la capital cordobesa.
El transcurso del tiempo produjo distintas situaciones en el uso de esa casa solariega. Primero se convirtió en el hogar de Marcos Juárez Luque, a cuya muerte la propiedad quedó en manos de su viuda, Bonifacia Celman Argüello y de sus cuatro hijos: Marcos, Miguel, Carlos y Mercedes. De esa descendencia, los dos primeros, Marcos y Miguel, fueron gobernadores de la provincia en la década de 1880.
Si se repasa la historia, se descubre que la llamada generación de 1880 tuvo la impronta del desarrollo y en Córdoba marcó un lento pero incesante crecimiento, no sólo en la ciudad Capital, sino también en el interior provincial. En este contexto, el acento europeo se hizo presente en viviendas, aristocráticos clubes y teatros, entre otros.
La casona edificada por Orduña no fue ajena a esa tendencia europeizante y a partir de 1884, cuando pertenecía a Cesáreo Ordóñez y Teodosia Abaca, comenzó a mostrar la fisonomía que hoy se observa.
Estilo que marcó una época. La casa lucía grandes y bellos detalles ornamentales, trabajados entre 1884 y 1889 y que por los cambios funcionales se perdieron.
La importante fachada del antiguo solar presenta líneas italianizantes, con un ingreso con frontis curvo, amplios ventanales engalanados con columnas corintias y balcones de hierro forjado. El acceso es a través de una impactante puerta de madera tallada. La casa, típico ejemplo de las viviendas de fines de siglo 19, está organizada alrededor de patios, como en la vivienda pompeyana que se utilizó en la época colonial.
Al recorrerla, llaman la atención las altas columnas estucadas en color rosa viejo con pedestal gris y el zaguán revestido en mármol.
Como todas las residencias de ese nivel, contaba entre sus instalaciones con un elegante salón de fiestas, donde también se realizaban tertulias en torno al canto y la música lírica.
En aquellos tiempos de esplendor, la familia Ordóñez decoró la casa con importantes detalles, sin tener en cuenta los excesivos costos que finalmente los condujeron a la bancarrota al no poder enfrentar el pago del préstamo otorgado por el Banco Hipotecario.
Distintas funciones
La casa fue rematada y el Gobierno de la Provincia la adquirió, a los fines de destinarla a las funciones de Palacio de Justicia, función que cumplió hasta 1936 cuando el Poder Judicial inauguró el actual edificio de calle Caseros, frente al Paseo Sobremonte.
Entre los períodos 1936-1940 y 1940 a 1943, fue Casa de Gobierno cuando los prósperos destinos de la Provincia de Córdoba fueron regidos por Amadeo Sabatini y luego por su sucesor, Santiago del Castillo.
En esos años se restauraron los ventanales de la vivienda y se les incorporó el escudo de la provincia. También, en esa época los presos de la Cárcel de Encausados hicieron una mesa de madera que fue la que utilizó el gobernador Sabatini y que hoy se ignora cual fue su destino.
La casa mantuvo su rol de casa de Gobierno tras el golpe militar de 1943.
En 1948 asumió la gobernación el brigadier Juan Ignacio San Martín, quien trasladó la sede gubernativa al Palacio de Justicia.
En 1970, se instaló en la casona el Centro de Cómputos y después se la utilizó como depósito del Banco Social.
La sólida construcción, con el paso del tiempo, evidenció un deterioro y hubo algunos intereses que pretendieron derribar el legado con argumentos de modernidad e inconfesables réditos inmobiliarios.
Sin embargo, otros defendieron a ultranza el edificio, que nació como hogar familiar y el devenir de los tiempos le otorgó múltiples usos cuyos muros aún guardan secretos.
Fue el ex gobernador Eduardo Angeloz quien dispuso devolverle a la casa su antiguo aspecto, como fiel testimonio de las ideas de desarrollo arquitectónico de una época pasada.
Fuente: La Voz
http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=592508
