Mendoza VIP

La provincia cada vez más conquista a turistas vip. ¿Quiénes son? ¿Qué hacen? ¿Cuánto pagan? ¿De dónde vienen? ¿A quiénes contratan?

El turismo en la provincia no deja de sorprender a propios y ajenos, y en el amplio espectro de recursos naturales y servicios con identidad bien definida que se promocionan por doquier, el turismo de lujo, VIP o dedicado a un público súper exclusivo -como quiera llamarlo- ocupa una cuota creciente en el mercado local.

Alojamientos, hoteles 5 estrellas, posadas entre vides, rurales con encanto, hoteles boutique, engalanan esta tierra, opciones de excelente gastronomía, los mejores vinos y atención personalizada desde la compra del paquete hasta la despedida en el Aeropuerto, satisfacen a los exigentes.

No son del montón. Por lo general el pasajero VIP es extranjero, son personas que viajan por el mundo siguiendo su pasión.

¿Las aves? pues no se extrañe que llegue un grupo de suizos que realizaron varios safaris fotográficos por África, América y Europa y llegan para pasar sólo dos días con guías especializados disfrutando de las especies de Villavicencio o Llancanello, el paso por el hotel suele ser un trámite para seguir hacia otro punto de la Argentina, Chile o Brasil.

Los sibaritas también cuentan en sus bitácoras a Mendoza, se los puede caracterizar como gente que viaja por el vino y la gastronomía, que seguramente ya visitó los templos vitivinícolas de diversas regiones del mundo, degustó sus manjares y llega para descubrir los secretos vernáculos.

Son turistas que tienen muy en claro sus objetivos, investigan minuciosamente cada destino por Internet y al momento de contratar saben exactamente qué solicitar.

Un tour convencional para ellos incluirá la visita a 3 bodegas por día, eso sí, boutique no industriales, y un almuerzo para maridar los caldos con los productos de la zona.

Desean atención personalizada, ponen especial énfasis en las degustaciones ya que los diversos procesos de producción los conocen. En cuanto al pernocte prefieren posadas u hoteles boutique, aunque hay viajeros que se alojan en Sheraton o Hyatt alrededor del mundo y siguen eligiendo las cadenas.

De todo para pocos. Como la organización de estadía y visitas son absolutamente a medida la variedad de alternativas dependerá de la imaginación de los participantes del acto contractual.

Paseos en globo por viñedos, tours fotográficos en ultralivianos, esquí fuera de pista o heliesquí; pic nics o almuerzos en plena montaña con un chef que cocina en un gacebo sólo para dos; partido y demostraciones de polo para un grupo top, cenas en cavas centenarias con vinos de colección, paseos en carruajes o en autos antiguos, degustaciones Premium y un largo etcétera por detrás.

Satisfecho/no satisfecho. Entre las exigencias de los huéspedes se registra: la puntualidad, uno de los defectos más criticados de los argentinos, también un trato absolutamente personal, no quieren sentirse ovejas de un rebaño. Cierto es que no se puede generalizar las pretensiones o el grado de satisfacción del "extranjero" como si fuese una masa.

Los estadounidenses valoran todo el servicio, la calidez de la gente, la predisposición aunque se debe mantener siempre una distancia física prudente, de lo contrario lo consideran falta de respeto; los europeos son los más detallistas, comparan con algunos de sus viajes anteriores y son menos expresivos a la hora de elogiar un lugar, vino o comida; los asiáticos en tanto,suelen ser medidos pero se sienten muy gratificados con los servicios híper personalizados; los latinos son parecidos al público local en cuanto a lo afectuoso o al disfrute de cada momento, todo según la descripción en la que coinciden los agentes de viajes del sub sector.

La experiencia, no tiene precio. Por supuesto, las tarifas no están entre las preocupaciones de estos turistas, aunque no toleran atropellos puesto que como conocedores del turismo de su preferencia, realizan constantemente comparaciones con otros sitios de su nivel. Un día de tours arranca desde los U$S 150 diarios hasta los U$S 450 aproximadamente por persona, a eso debe sumarse el alojamiento que escala desde los U$S 150 por noche.

Los anfitriones tienen la palabra

Las agencias mendocinas especializadas en turismo VIP, indican que "cuando el pasajero llega a la ciudad los servicios se encuentran coordinados en un 100%, constatamos que todo se cumpla como en un destino de primera línea, trabajando con proveedores que ofrecen los más altos estándares de calidad". Las tareas se inician antes de la llegada del viajero, y continúan durante y finalizada la estadía en la región.

"Realizamos una exhaustiva búsqueda de antecedentes del pasajero para conocer en profundidad su perfil, sus gustos, preferencias e incluso sus hobbies y en relación a ello adaptamos su itinerario. Chequeamos horarios, vehículos, papeles en regla, limpieza, presencia de los choferes y guías, también constatamos todo el tiempo las reservas en bodegas, restaurantes, alojamientos, para que todo esté coordinado", aseguran.

Lo que resta

Por supuesto hay materias pendientes, desde el turismo receptivo reclaman un mayor marketing directo por parte de algunas bodegas, esto es que la mayoría cierra los domingos y los viajeros VIP no conocen de demoras por días hábiles o inhábiles, el personal dedicado al turismo en algunos casos es escaso y las visitas dejan de ser especializadas "deben pensar en disponer de más tiempo y recursos físicos y humanos para este sector ya que el marketing directo suele ser más efectivo que una publicidad en una revista", afirman.

Como puntos importantes para seguir trabajando destacan la capacitación del personal relacionado con los servicios turísticos, en calidad y atención, mayor conocimiento del destino con las ventajas y recursos que ofrece; manejo de idiomas.

Son necesarias mejoras en infraestructura sobre todo en zonas puntuales como alta montaña, servicio de gastronomía, seguridad y conexiones aéreas con otros destinos.

"Los clientes buscan vivir la paz y la tranquilidad en un ambiente sin contaminación, pero con los servicios y las instalaciones que les permita disfrutar como ellos están acostumbrados" aseguran desde un alojamiento rural. El lujo es una forma de vida y tiene muchas maneras de disfrutarse según el lugar y el momento, lo importante es la experiencia y la atención" destacan desde una posada súper exclusiva.

Lo que suma. El objetivo es seguir trabajando bajo el eje de la calidad turística y hacer de Mendoza un destino competitivo dentro del segmento, según coincidieron todos los entrevistados.

Fuente: Los Andes Turismo
http://www.losandes.com.ar/notas/2010/2/28/turismo-474478.asp